La Energía Universal actúa sobre todos los planos del individuo sin limitarse al aspecto físico, induce una armonización de todos los desequilibrios del pasado y del presente.
Durante el proceso de sanación puede suceder que se planteen problemas olvidados y rechazados; pero con la energía actuando sobre nuestros cuerpos nos convertimos en observadores y las sensación de agobio, tristeza o rabia que pudiesen producir los conflictos disminuyen notablemente.
Con la técnica del Reiki se aumentan los niveles de energía, tanto en el cuerpo mental inferior, emocional o astral. Es un tratamiento eficaz, y se obtienen grandes resultados a corto plazo. Se recomienda para aquellas personas que sufren de depresión, estrés o ansiedad.

Dentro de los síntomas más característicos de la “depresión” se destacan la astenia y adinamia (cansancio y falta de ganas para realizar las actividades ), el pesimismo y muchas veces la falta de ganas de vivir. Reiki tiene la capacidad de ayudar a sacar al paciente de ese pozo oscuro en el que se encuentra devolviéndole la alegría de vivir. La tranquilidad que le trasmite la energía universal, le ayudará a afrontar de una manera adecuada todas aquellas dificultades que se presentan a lo largo de su vida.
A través del Reiki, se logra un equilibrio dinámico entre todas las fuerzas energéticas que nos rodean y sin darnos cuenta de una forma sutil poco a poco nuestro corazón y alma nos brindan la visión para mirar las mejor solución a nuestros problemas.
Es importante recordar que REIKI es una terapia complementaria y no debe sustituir el tratamiento médico, y mucho menos abandonarlo repentinamente. El Reiki acompañara todo proceso suavizando los efectos secundarios de los medicamentos asi como restando peso a la carga emocional que el proceso de la enfermedad trae consigo.